¿Es Bitcoin como las monedas de los videojuegos?
A simple vista, puede parecerlo: ambas se crean con software, no existen físicamente y pueden llegar a tener valor real. Pero hay una gran diferencia en cómo están pensadas.
En los juegos, cuando alguien hace trampas, los responsables del juego (los dueños del sistema) intentan detectarlo y expulsarlo.
Bitcoin, en cambio, está diseñado de forma que hacer trampas no te sirve de nada: o es imposible, o es muy caro, o no te sale a cuenta. Es decir, el sistema te empuja a jugar limpio desde el principio.
Aprenderemos conceptos que son necesarios para que la seguridad de Bitcoin funcione, como:
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Las funciones hash (una especie de huella digital de los datos),
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Las firmas digitales (como una firma electrónica que nadie puede falsificar),
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Y la prueba de trabajo (una tarea difícil que hay que hacer para añadir información a la red de Bitcoin).
Gracias a todo esto, no hace falta confiar en nadie ni expulsar a nadie, porque el sistema se protege a sí mismo desde el diseño.
Además, cualquiera puede usar Bitcoin:
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No se necesitan permisos especiales,
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No hace falta identificarse,
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Y se puede participar con un alto grado de privacidad.
Empezaremos explicando los conceptos usando ejemplos de la vida cotidiana (como si Bitcoin fuera un banco o un sistema con jefes). Y poco a poco, veremos cómo eso se transforma en un sistema donde nadie manda, todos pueden participar y nadie puede hacer trampas fácilmente.
Hay algo muy importante: como Bitcoin es un sistema abierto, las decisiones sobre cómo cambiarlo o mejorarlo las toman los propios usuarios. Por eso, aprender lo básico nos ayudará a tomar decisiones más seguras en el futuro.
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